Monday, October 19, 2015
En la reciente censura del Rey se Muere, de Juan Carlos Cremata, resultan irrelevantes las vueltas e interpretaciones que evitan el problema de frente: ¿Ysi El Rey se Muere se refiere a Fidel Castro? Vamos, es una interpretación bastante obvia. ¿Para qué darle vueltas al asunto detrás de cinismos y atajos? Digamos que el Rey es Fidel Castro. ¿Y qué? En un arte verdaderamente iconoclasta nada puede ser sagrado. El artista cubano, debe ser capaz, como sucede en muchas partes del mundo, de tomar como inspiración a sus gobernantes directamente. El teatro es un espacio de confrontación y debate. Mientras el público no sea lastimado físicamente, no pasa nada. Con un título así en la Cuba de hoy, no es difícil imaginar de qué va la obra. Entonces quedaría al espectador, como en cualquier sociedad civilizada, la opción de entrar o no al teatro. Es así de sencillo. Si no te gusta: No entres. Y si estás dentro, abandona la sala.
Pero la censura jamás. Y no quiero escuchar cuando dicen que muchos funcionarios censores son víctimas. Nadie es víctima de una posición que acepta si no tiene la capacidad moral de renunciar.
Miguel Coyula
Publicado originalmente en el facebook, La Habana, 5 de julio de 2015
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